4.) Digitos

Nuestras conversaciones continuaron a un ritmo desesperado. Los dos estábamos interesados ​​el uno en el otro y no teníamos ninguna vergüenza en mostrarlo.

 

Ahora habíamos cubierto la típica "nueva normalidad". ¿Cómo te va? ¿Trabajas desde casa? ¿Sales? etc.

 

Luis tenía la forma más ORIGINAL de solicitar mi número de teléfono.

 

"Ok Lizeth, ¡tendrás que entregarles los dígitos!" "Acabo de golpear a un oficial inocente y necesito que me representes" :)

 

Sabiendo que trabajaba en el campo de Inmigración y Defensa Criminal, ¡asumió que sería una broma divertida!

 

Rechacé su propuesta y, en cambio, le aconsejé que tuviera que llamar a mi oficina, tenemos una línea directa las 24 horas. ¡Tendría que concertar una cita con la recepcionista, luego hablar con un asistente legal para obtener una admisión legal antes de hablar conmigo físicamente! Incluso ofrecí una visita gratuita a la cárcel si fuera necesario. :)

 

--- En caso de que te preguntes si tuvo la suerte de conseguir mi teléfono celular hoy --- ¡No!